Estoy por decir que (con la posible excepción del pack de abdominales de José María Aznar y el desembarco de la Pantoja en Supervivientes) el triunfo de Salvador Sobral en el festival de Eurovisión de 2017 es el más dislocado e improbable evento de nuestra reciente historia peninsular. De hecho, Sobral milita en las exactas antípodas musicales de este aberrante circo televisivo, como verá de inmediato quien escuche Excuse me, el único disco que tenía publicado en ese momento (acaba de aparecer un segundo, Paris, Lisboa, todavía menos comercial). A falta de término más preciso, Excuse me podría describirse como jazz, pero el estilo de Salvador es difícil de geoposicionar; un estilo perfilado en locales mallorquines de poco vuelo primero, reforzado luego con estudios musicales más serios en Barcelona, que tanto se nutre del cool after hours de Chet Baker (su gran héroe musical) como de referentes culturalmente más próximos tipo los Veloso (Caetano o Rui). A todo esto, a Mallorca había escapado desde su Lisboa natal para estudiar Psicología, gravemente alérgico al triunfitismo a raíz de su (exitoso) paso por un show de jóvenes talentos de una televisión portuguesa.
Sobral acabó en Eurovisión de rebote, llevado a rastras por su hermana Luísa al preclasificatorio, sin otra intención que promocionarse un poco a ver si así empezaban a comprarle el disco. Luísa Sobral es una cantautora más que estimable y su tema, “Amar pelos dois”, era tan bonito que Salvador no pudo negarse; era tan bonito, que ganó; era tan bonito, que arrasó en Eurovisión con la mayor puntuación concedida jamás a una canción en la larga historia de este evento. El chaval anda bastante arrepentido (ha llegado a decir que aquello fue “su prostitución”), pero yo me quedo con la parte positiva: si hasta un cártel tan descerebrado como el de los eurofans es capaz de percibir que “Amar pelos dois” es un manjar comparado con el rancho que habitualmente les sirven, entonces hay cierta esperanza para nuestro planeta. Y ojo porque “Amar pelos dois” es buena, pero con un arreglo menos esponjoso aún sonaría mejor. Casi tan bien como esto:
Excuse me / Salvador Sobral
Excuse me / Salvador Sobral letra y traducción