Kasparov - Topalov

Wijk aan Zee 1999


1.e4 d6 2.d4 Nf6 3.Nc3 g6 Hace su debut en música y ajedrez de diez la defensa Pirc, un esquema hipermoderno con ciertas concomitancias con la defensa india de rey. No obstante hay diferencias importantes, provenientes del hecho de que el blanco no ha jugado c2-c4. En la variante Mar del Plata de la india de rey (acordaos de la estupenda Najdorf-Gligoric que os mostré en septiembre de 2012), por irnos al ejemplo más obvio, las blancas se expanden en el ala de dama mientras las negras lo hacen en la de rey. En la Pirc, por el contrario, las blancas suelen concentrar sus esfuerzos en el centro y el flanco de rey mientras las negras se labran el porvenir en el de dama. 4.Be3 La línea elegida por Kasparov recuerda un poco al ataque yugoslavo en la variante dragón de la siciliana. Hay dos alternativas principales. La primera, y más agresiva, es el ataque austriaco 4.f4 Bg7 5.Nf3, con la nada disimulada intención de tirar el centro abajo con e4-e5. La siguiente continuación da idea del lío que puede llegar a montarse: 5...c5 6.Bb5+ Bd7 7.e5 Ng4 8.e6 fxe6! (esta sorprendente novedad se descubrió en la partida Sax-Seirawan, Bruselas 1988; hasta entonces se creía que 8...Bxb5 era absolutamente obligatoria) 9.Ng5 Bxb5 10.Nxe6 (las negras parecen fritas del todo pero...) 10...Bxd4! 11.Nxd8 Bf2+ 12.Kd2 Be3+ y tablas por jaque continuo. Una continuación más tranquila es la variante clásica 4.Nf3 Bg7 5.Be2 O-O 6.O-O. 4...Bg7 Este movimiento natural tiene un defecto evidente. El negro desea atrasar su enroque hasta ver qué hace el blanco, minimizando así las posibilidades de ataque de este. Por tanto sería deseable esperar a la maniobra Qd2 y Bh6, y si se captura desde la casilla f8 las negras ganan un tiempo en comparación con lo que pasó en la partida. No obstante, la en principio más flexible 4...c6 también tiene sus pegas porque las blancas no necesitan apresurarse. Tras, por ejemplo, 5.h3 Nbd7 6.f4 b5 7.a3 a6 8.e5, el blanco tiene ventaja por su dominio del centro. 5.Qd2 c6 6.f3 Ya habrá tiempo dentro de un rato de pisar del acelerador (y de qué manera). Por lo pronto Kasparov renuncia a la más agresiva 6.Bh6!? Bxh6 7.Qxh6 Qa5 8.Bd3 c5 9.Nge2 cxd4 10.Nxd4 Nc6 11.Nb3 Qb6, con una turbia posición de nuevo reminiscente de la siciliana dragón. 6...b5 7.Nge2!? Los argumentos tras este movimiento, como el propio Kasparov reconoció, son básicamente psicólogicos. El blanco no amenaza nada especial pero prosigue con su desarrollo, y entretanto saca de su preparación a Topalov, que sin duda esperaba 7.g4 pues es lo estándar en esta posición. Hubiera sido interesante ver qué tenía el búlgaro en mente, porque 7...h5 (7...Qa5 es más prudente) 8.g5 Nfd7 9.f4 Nb6 10.Nf3, con la intención de 11.Nh4 y 12.f5, parece bastante arriesgado, y no digamos con Kasparov enfrente. 7...Nbd7 8.Bh6 Bxh6 9.Qxh6 Bb7 Una jugada de desarrollo sólida y flexible, que prepara el enroque largo y evita de momento retratarse en el centro o el ala de dama. En efecto, un contraataque inmediato sería aquí un arma de doble filo. Al negro le iría bien si el blanco se hubiera enrocado largo o hubiera traído su dama a la defensa (porque entonces podría jugarse ...O-O), pero si no se producen tales concesiones la embestida podría a lo peor salir rana y el rey negro estaría en calzoncillos. Un ejemplo ilustrativo es 9...Qa5?! 10.Nc1 Qb6 11.Nb3 a5 12.a4 b4 13.Nd1 Ba6 14.Ne3 Bxf1 15.Rxf1 Qa6 16.Kf2!, seguido de 17.Kg1, y las blancas están listas para lanzarse sobre el rey, que está atrapado en el centro (Moroz-Janda, Decin 1998). 10.a3 Kasparov tampoco se chupa el dedo. 10.O-O-O?! Qa5 11.a3 b4 es justo lo que está esperando su rival. 10...e5 Finalmente es Topalov quien primero se quita la máscara. Posicionarse en el centro es natural, pero el búlgaro podría haber seguido fintando con 10...Qc7!?, a ver si el blanco decidía enrocarse de una maldita vez. 11.O-O-O Ahora sí es el momento. Si el negro propone una avalancha de peones en el flanco de dama, el blanco puede responder eficazmente abriendo el centro. 11...Qe7 12.Kb1 a6 Es necesario cementar el flanco para prevenir d4-d5 y hacer viable el plan de las jugadas 14 y 15. Imprudente hubiera sido 12...a5 13.Nc1 b4 14.dxe5 dxe5 15.Na4 bxa3 16.b3 y la posición negra es un colador. 13.Nc1 Era interesante 13.g3!?, con la intención de 14.Bh3. Si el negro continúa como en la partida el caballo llegaría a b3 vía d4, ahorrando dos tiempos. 13...O-O-O 14.Nb3 Más o menos finiquitada la apertura, puede concluirse que el blanco tiene una ligera ventaja. Dispone de más espacio y, si no se le incordia, puede mejorar la coordinación de sus piezas e incrementar la presión con ideas como g3, Bh3, Qe3, Na5, etc. Por tanto Topalov da un arriesgado pero acertado volantazo a la posición. 14...exd4! La intención es compensar la endeble estructura defensiva del rey con un activo juego de piezas. 14...c5?! 15.d5 tan solo daría más espacio al blanco y reduciría las oportunidades de contrajuego. 15.Rxd4 c5 16.Rd1 También tenía sentido 16.Rd2!?, con la idea de Be2 y Rhd1, y si 16...Nb6 entonces 17.Qe3 previene ...d6-d5. No obstante, Kasparov planea sacar su alfil por h3, y en tal caso una torre en d2 hubiera estado expuesta a la maniobra ...Nb6-c4. 16...Nb6 Preparando la ruptura central ...d6-d5. 16...Ne5 hubiera sido menos efectiva debido a 17.Qe3. 17.g3 Ya va siendo hora de que el alfil empiece a justificar su sueldo. 17.Na5 d5! 18.Nxb7 Kxb7 19.Nxd5 Nfxd5 20.exd5 Nxd5 21.Bd3 f5 iguala la partida. 17...Kb8 Antes de dinamitar el centro el negro pone su rey a salvo (lo de "a salvo" entre comillas, visto lo que pasó en la partida). Prematuro hubiera sido 17...d5?!, como evidencia la variante 18.Qf4! d4 19.Bh3+ Nfd7 20.Nd5 Nxd5 21.exd5 Bxd5 22.Rhe1 Be6 23.Qe4. 18.Na5!? A lo mejor hubiera sido preferible 18.Qe3, frenando ...d6-d5, pero Kasparov ya empezaba a tener fantasías eróticas con el ménage à trois Na5-Bh3-Qf4. 18...Ba8 19.Bh3 d5 20.Qf4+ Ka7 21.Rhe1 d4 21...dxe4?! 22.fxe4 hubiera sido peligrosísimo: 22...Nxe4?, por ejemplo, pierde inmediatamente tras 23.Nxe4 Rxd1+ 24.Rxd1 Bxe4 25.Re1 Re8 26.Rxe4 Qxe4 27.Qc7+ Ka8 28.Nc6. 22.Nd5 No hay marcha atrás. Si se permite ...Rhe8 el negro se quedará muy bien. 22...Nbxd5 23.exd5 Qd6 Estamos en la posición crítica. El blanco necesita algo especial si no quiere que su caballo se muera de asco. 24.Rxd4! That's entertainment!. Tras la banal 24.Nc6+ Bxc6 25.Qxd6 Rxd6 26.dxc6 Kb6 27.Re7 Kxc6 28.Rde1 Nd5 29.Rxf7 Ne3 las negras están por delante gracias a su enorme caballo. Le paso el micrófono al gran Garry: "Cuando hice este movimiento solo vi la repetición de movimientos y la oportunidad de continuar con el ataque, pero el esquema global de la combinación todavía no estaba claro. Había visto ya la idea 30...Rd6 31.Rb6, pero no conseguía quitarme de la cabeza el pensamiento de que había que revisar todas las líneas hasta el final; tal vez el negro encontrase algún modo de defenderse. Topalov estuvo pensando un cuarto de hora. Mientras tanto yo caminaba —mejor dicho, corría— por la sala, pensando en una sola dirección, y en un momento de inspiración me vino a la mente el núcleo de la combinación con sus variantes. Vi el movimiento 37.Rd7. Ni siquiera recuerdo como la línea cuajó en mi cabeza, pero la vi íntegra hasta el final. Vi el viaje del rey negro tras 36.Bf1, 37.Rd7 y ya no pude aguantar más la excitación porque en el mismo momento comprendí que 24...Kb6 lo echaba todo a perder. El mero pensamiento de que combinación semejante se arruinara me volvía loco, y empecé a rezar para que Topalov jugara 24...cxd4. Aún no estaba seguro de que pudiera ganar, pero la belleza de la combinación me impresionaba. No podía dar crédito a mis ojos cuando Topalov se removió de sopetón y agarró la torre. Como explicó tras la partida, estaba agotado por la tensa lucha y pensaba que las blancas estaban obligadas a forzar tablas por repetición si se capturaba la torre. Vio la idea principal de la combinación, pero no se le ocurrió que era posible continuar sin la torre, especulando con la situación del rey en a4." 24...cxd4? Kasparov estaba en lo cierto: 24...Kb6! 25.b4! Qxf4 (pero no 25...cxd4 26.Qxd4+ Kc7 27.Qa7+ Bb7 Qxb7#) 26.Rxf4 Nxd5 27.Rxf7 cxb4 28.axb4 Nxb4 29.Nb3 Rd6 desemboca en una posición un tanto volátil pero que las negras no deben perder de ninguna manera. Tiene la palabra el damnificado del día: "Mucha gente dice que Kasparov tenía algún tipo de poder para hipnotizar a sus oponentes y cosas así... Hubo una vez, cuando sacrificó su torre y yo tenía una posición muy buena, y vi que no hacía falta tomar la torre, y que había un simple movimiento que me dejaba en una buena situación. Vale, quizás no mejor, pero al menos igualada. Pero de algún modo vi que si aceptaba la torre mi rey tenía que empezar a trepar, y me gustó tanto la idea que la capturé sin ni siquiera calcular. Pasé como diez o quince minutos simplemente mirando la posición, pero en el fondo sabía que iba a hacerlo. Desde luego también sabía que probablemente no era una buena decisión. Puede que sí, tal vez ese día, solo ese día de todas las veces que jugamos, Kasparov me hipnotizó." 25.Re7+!! Aquí está la auténtica miga de la combinación. 25.Qxd4+? pierde por 25...Qb6! 26.Re7+ Nd7. 25...Kb6 25...Qxe7 se castiga sin ambages, 26.Qxd4+ Kb8 27.Qb6+ Bb7 28.Nc6+ Ka8 29.Qa7#. También hay una victoria forzada tras 25...Kb8 26.Qxd4 Nd7 27.Bxd7 Bxd5 (no es mejor 27...Rxd7 28.Rxd7 Qxd7 29.Qxh8+) 28.c4! (la directa 28.Nc6+? Qxc6 29.Bxc6 Ba2+ no funciona). Ahora sí se amenaza Nc6, y 28...Qxe7 29.Qb6+ Ka8 30.Qxa6+ Kb8 31.Qb6+ Ka8 32.Bc6+ Bxc6 33.Nxc6 Rd7 34.Nxe7 Rxe7 35.Qxb5 conduce a un final sin esperanza para las negras. 26.Qxd4+ Kxa5 Esto resiste más que 26...Qc5 27.Qxf6+ Qd6 (27...Rd6 28.Qxh8), momento en que Kasparov tenía prevista la bárbara 28.Be6!!. Si, por ejemplo, 28...Bxd5 (tampoco valen 28...fxe6 29.Rxe6 ni 28...Kxa5 29.b4+ Ka4 30.Qc3 Bxd5 31.Kb2!, con la imparable amenaza 32.Qb3+! Bxb3 33.cxb3#; quedaos con esta idea porque se explotará a fondo en la partida), lo siguiente es 29.b4!. El blanco amenaza tanto Qd4+ como Bxd5, y si 29...Ba8 30.Qxf7 Qd1+ 31.Kb2 Qxf3 32.Bf5 Rd6 (32...gxf5 33.Qe6+) 33.Ra7 su ataque acaba imponiéndose. 27.b4+ Ka4 A cambio de su onerosa inversión material el blanco dispone tan solo de dos amenazas de mate, en a6 con la torre y el b3 con la dama, que de momento no pasan de potenciales. Increíblemente, es suficiente para ganar. 28.Qc3!? Embrujado como estaba por la maravilla que su imaginación había vislumbrado, es comprensible (y afortunado) que Kasparov omitiera la todavía más potente 28.Ra7!, proyectando Rxa6+ y Qc3. Hay muchas variantes, pero lo más resistente es 28...Bb7 29.Rxb7 Qxd5 y ahora 30.Rb6! (30.Ra7?, por el contrario, fracasa ante 30...Rd6!) 30...a5 31.Ra6 Ra8 32.Qe3! (32.Qc3? es mala por 32...Qc4!) 32...Rxa6 33.Kb2 axb4 34.axb4 Qa2+ (hay que pagar una dama entera para evitar el mate, 34...Kxb4 35.Qc3+ Ka4 36.Qa3#) 35.Kxa2 Kxb4+ 36.Kb2 Rc6 (36...Kc4 37.Qe5!). La situación parece haberse tranquilizado por un instante, pero el asedio prosigue: 37.Bf1! Ra8 (el único modo de impedir el mate en a3) 38.Qe7+ Ka5 39.Qb7 y la amenaza 40.Qxb5# vale una torre entera. 28...Qxd5 Única: 28...Bxd5 29.Kb2. 29.Ra7 29.Kb2? Qd4! sería un trágico error. 29...Bb7 30.Rxb7!! Esto es lo que se le pasó a Topalov, que solo contaba con el jaque continuo 30.Qc7? Qd1+ 31.Kb2 Qd4+ 32.Kb1 Qd1+. 30...Qc4 El búlgaro camina paso a paso hacia la trampa. 30...Ra8? claramente no valía por 31.Kb2, y si 30...Rd6? entonces 31.Rb6 Rxb6 y de nuevo 32.Kb2, pero el negro tiene dos opciones más pegajosas. La primera es 30...Ne4 31.fxe4 Qc4 32.Ra7! Rd1+ (32...Ra8 se desactiva con la elegantísima 33.Qe3!) 33.Kb2 Qxc3+ 34.Kxc3 Rd6 35.e5 Rb6 36.Kb2. El alfil parece todavía lejos de b3, pero no es nada fácil frenarlo. Tras 36...Re8 37.Bg2 Rd8 (37...Rxe5 38.Bb7 Ree6 39.Bd5) 38.Bb7 Rd7 39.Bc6! Rd8 (39...Rxa7 40.Bd5) 40.Bd7 el negro está en zugzwang. Si la torre de d8 mueve, c2-c4 seguido de Bxb5+ es decisivo; nótese, por otro lado, el papel del peón de e5, que restringe a la otra torre. La defensa 30...Rhe8 también da bastante trabajo. 31.Ra7? Rd6 32.Kb2 Qe5 es insuficiente, pero el melón se abre con 31.Rb6 Ra8 32.Bf1!, impidiendo ...Qc4 y amenazando Rd6. Lo menos malo es 32...Rec8 33.Qxc8 Qd1+ 34.Kb2 Qd4+ 35.Ka2 Qd5+ 36.Bc4 Qxc4+ 37.Qxc4 bxc4 38.Rxf6, llegándose a un final que debería ganarse sin gran dificultad. En efecto, si se protege el peón con 38...Ra7 las blancas tienen 39.Kb2 y amenazan Rb6, emparedando al rey negro en la columna a. Para evitarlo hay que mover 39...Kb5, pero el juego prosigue con 40.Rd6, con vistas a la triangulación Rd5-c5 seguida de la captura del peón. El último cartucho es 40...Rc7, pero tras 41.Kc3 hay que rendir la columna porque 41...h5 42.a4+! Kxa4 43.Rd5 acaba en mate. 31.Qxf6 Kxa3?! Ya es oficial: el sueño de Kasparov va a hacerse realidad. Si Topalov no hubiese estado hipnotizado quizá hubiera jugado 31...Rd1+ 32.Kb2 Ra8 33.Qb6 Qd4+ 34.Qxd4 Rxd4 35.Rxf7 a5 36.Be6 axb4 37.Bb3+ Ka5 38.axb4+ Kb6 (no es posible 38...Rxb4 porque 39.c3 atrapa la torre) 39.Rxh7, y aunque todos los analistas coinciden en diagnosticar esta posición como técnicamente ganada por las blancas (y las bases de datos parecen estar de acuerdo; si, por ejemplo, quitáis del tablero las torres de a8 y h7 y los peones de b4, b5, h2 y g6, las blancas dan mate en 43 movimientos empezando con g4) la victoria hubiese sido mucho más ardua. 32.Qxa6+ Kxb4 33.c3+! Seguramente a Topalov se le pasó este aguijonazo. 33.Bd7?! Rxd7 34.Rxd7 Rc8 permitiría a las negras prolongar muchísimo la lucha. 33...Kxc3 Esto es forzado, pues 33...Kb3 34.Qa2+ Kxc3 35.Qb2+ Kd3 36.Re7! acaba enseguida en mate. 34.Qa1+ Kd2 El rey debe caminar hacia el patíbulo, ya que 34...Kb4 pierde trivialmente por 35.Qb2+ Ka5 36.Qa3+. 35.Qb2+ Kd1 35...Ke1 36.Re7+ Kd1 37.Bf1! desemboca en la posición de la partida. 36.Bf1! Rd2 Un excelente recurso defensivo de las negras, que mantiene a cubierto las casillas c1, c2 y e2 y ataca la dama enemiga, que no puede huir por la amenaza de ...Qc1#. Pero Kasparov tiene la última palabra: 37.Rd7!! A esta posición se le han aplicado todos los calificativos elogiosos que caben en el diccionario. Mi preferido es el que escribió un comentarista anónimo en chessgames.com: "sexy". Las tres piezas blancas están bajo ataque, pero es el negro quien va a perder su dama. 37...Rxd7 Si 37...Ke1 38.Rxd2 el alfil es intocable porque se amenaza mate en uno. 38.Bxc4 bxc4 El negro pierde hasta la torre, pues la textual es la única defensa defensa ante Qc1#. 39.Qxh8 Recordad: Kasparov había previsto esto 15 (!) jugadas antes. Lo que queda es fácil porque el blanco puede reactivar su dama sin tardanza. 39...Rd3 Con la infantil esperanza de 40.Qxh7?? c3, coronando. 40.Qa8 c3 41.Qa4+ Ke1 42.f4 f5 43.Kc1 ¿Queda claro? El peón no va a coronar. 43...Rd2 44.Qa7 Los peones del flanco de rey van a empezar a caer como moscas, y ni siquiera existe el consuelo de 44...Rxh2 por 45.Qg1+. Por tanto las negras pusieron fin a esta partida inolvidable. 1-0 [Comentarios parcialmente basados en notas de Stohl]