Rybka 4.0 - Houdini 1.5a
TCEC S1 Elite Match (partida 1), 2011
1.e4 c5 2.c3 La variante Alapin de la siciliana. Con esta jugada las blancas limitan las opciones de contrajuego de las negras a la vez que luchan por el control de la casilla d4. No es demasiado ambiciosa, pero a diferencia de la habitual 2.Nf3 tiene la virtud de evitar miles y miles de páginas de teoría. 2...Nf6 Una de las dos principales defensas del negro (la otra es 2...d5). Aprovechando que no puede llevarse un caballo a c3 para defender e4, el negro reta al blanco a adelantar su peón. 3.e5 Como en la defensa Alekhine (véase la partida Short-Timman de abril de 2012) este movimiento es, a la vez, un don y una maldición: se gana tiempo y espacio pero se debilita el centro. 3...Nd5 4.Nf3 Lo más natural es desde luego 4.d4, pero de momento el blanco prefiere no comprometerse y ver qué hace el negro. 4...Nc6 Pagando con la misma moneda. 5.Bc4 Todavía apostando por la flexibilidad, pero ahora el negro tiene la oportunidad de entorpecer los planes del blanco en el centro. 5...Nb6 6.Bb3 c4 Tras esta jugada el avance d2-d3 se puede contrarrestar comiendo al paso, con lo que el peón de e5 queda en situación un tanto comprometida. 7.Bc2 Qc7 En línea con el plan trazado, se incrementa la presión sobre el peón. 8.Qe2 g5! Una jugada clave en este esquema. Normalmente no es una buena idea avanzar dos casillas el peón de g en la apertura pero aquí es lo adecuado, porque si se deja al blanco enrocar tranquilamente y luego llevar la torre a e1 y el caballo a a3, la presión sobre e5 se queda en nada y es el negro quien tiene un problema en c4. 9.e6 Es un error jugar directamente 9.Nxg5? Qxe5 porque tras el cambio de damas las negras se quedan con un estupendo final. La textual desbarata el centro negro antes de capturar. 9...dxe6 10.Nxg5 Qe5 A pesar de su gran fuerza, los programas de ajedrez todavía no tienen la finura en las primeras jugadas que proporcionan décadas acumuladas de práctica y estudio, así que que todos llevan incorporado un completo manual de aperturas. De acuerdo con las normas fijadas en esta competición dicho libro no podía ir más allá de las diez jugadas por bando. Así pues, a partir de ahora Rybka y Houdini caminan solos. 11.d4 Qxe2+ Normalmente en esta posición las negras cambian primero peones y solo entonces las damas: 11...cxd3 12.Bxd3 Qxe2+ 13.Bxe2. Luego se suele seguir con 13...h6 14.Ne4 e5 15.Ng3, llegándose a una posición de difícil pronóstico. Con la jugada del texto nos adentramos en territorio prácticamente inexplorado. 12.Kxe2 e5 13.dxe5 Nxe5! Houdini se embarca en un interesante sacrificio de peón para conseguir la iniciativa. 13...h6 14.Nf3 Bg7 era la opción más conservadora. 14.Nxh7 Bg7 15.Ng5 Bd7! Este es el primer movimiento realmente nuevo de la partida. La posición ya había aparecido en un enfrentamiento entre dos jugadores de rango menor en 2008, donde se prefirió 15...Bg4+ 16.f3 Bd7. La elección de Houdini parece más lógica, porque si a alguien reporta ventaja el avance f2-f3 es al blanco, ya que su adversario no puede usar la casilla e3 en tanto que g4 y e4 son útiles para los dos bandos. 16.Na3 El negro se queda bien tras 16.Be3 Nd5 17.Bd4 Nf4+ 18.Kf1 Kf8, preparando 19...Ned3. 16...Nd3! Una jugada natural y fuerte, siempre y cuando uno no le dé importancia al "detalle" de que se está entregando un segundo peón. Aunque cada uno de los sacrificios de peón de esta partida es natural en sí mismo y se le podría ocurrir a un buen jugador, psicológicamente es muy difícil encadenarlos uno tras otro como si tal cosa, sobre todo teniendo en cuenta que las damas ya no están en el tablero. Es justo la acumulación de efectos lo que hace que esta partida sea tan impresionante. 17.Bxd3 17.Nxc4? pierde pieza: 17...Nxc1+ 18.Raxc1 Nxc4. 17...cxd3+ 18.Kxd3 Na4 La posición blanca es muy incómoda. Todas las piezas negras son (o están a punto de volverse) muy activas, mientras que las blancas no tienen una forma clara de completar su desarrollo. La torre en h1 está sujeta a la defensa del peón de h2, el alfil de c1 ha de cuidar del de b2 y la otra torre está encerrada. El caballo de a3 no puede incorporarse a la batalla porque a 19.Nc4 se responde con 19...Bb5 y 19.Nc2? pierde directamente tras 19...Bf5+ 20.Ne4 (o 21.Kd2 Rd8+) 20...Nc5+. La única pieza con posibilidad de hacer algo es el caballo de g5, pero ¿qué exactamente? 19.f3 Dando apoyo al caballo para que pueda ubicarse en e4 (véanse los comentarios a la jugada 15). Ahora ya sería posible 20.Nc2 porque 20...Bf5+ 21.Ne4 Nc5+ no gana una pieza. 19.h4 es una alternativa, con la idea de empujar el peón de h tan adelante como se pueda, pero no parece muy convincente. El negro simplemente continúa su desarrollo y mantiene la iniciativa, por ejemplo 19...Rh6 20.Ne4 y ahora cualquiera de las movidas de torre Re6, Rb6 y Rg6 es razonable y enfatiza los problemas de las blancas. Un humano posiblemente hubiera jugado 19.Ke2, intentando alejar al rey de la zona de peligro antes de que empiecen los cañonazos. 19...a5! Muy sencillo y elegante. El plan es seguir con 20...b5 y 21...b4, abriendo en canal el ala de dama. 20.Ne4 f5 21.Nf2 En una partida entre máquinas no puede haber por definición errores evidentes, así que muy difícil fijar con precisión cuál es el punto de no retorno. Houdini piensa que en este punto es mejor 21.Ng5, impidiendo la jugada 23 de las negras, aunque la ventaja sigue siendo suya. 21...b5 22.Nc2 El blanco ha conseguido por fin activar su caballo, pero su rey sigue a la intemperie y la ventaja de desarrollo de las negras es abrumadora, así que no es extraño que estas puedan permitirse un tercer sacrificio de peón para abrir más líneas. 22...b4! De este modo se habilitan diagonales para ambos alfiles: el de g7 mira a b2 y el otro es instalará en b5, con aviesas intenciones para con el rey enemigo. Aquí Houdini se otorga ya una considerable ventaja. 23.cxb4 Kf7! Un movimiento tan tranquilo como fuerte. El objetivo es usar la torre de rey en la columna d, dejando que la otra trabaje en la columna a. 23...Rc8! también parece durísima: tras 24.Kd2 Rh6 el ataque debería ser decisivo. 24.bxa5 Rxa5 Los tres peones de ventaja del blanco son irrelevantes: los suyos de a y b son débiles, los alfiles negros dominan y el rey está vendido en el centro. 25.Kd2 Rd8 26.Nb4 Es demasiado tarde para huir: 26.Ke1 Nxb2 27.Rb1 (puede comprobarse que 27.Bxb2 Bxb2 también pierde) 27...Rxa2 28.Bxb2 Bxb2 29.Ne3 Bd4 30.Nfd1 f4 31.Nc4 Bf5! 32.Rb4 Bf6 y ante la amenaza, entre otras, de Rxd1 seguida de Ra1+, la posición del blanco se cae a pedazos. Por ejemplo 33.Ncb2 Bxb2 34.Rxb2 Rxd1+. 26...Re5! Impidiendo la retirada del rey y preparando 27...Bb5+. Ya está claro que el blanco ha perdido la partida. 27.Nfd3 Bb5 Ganando una pieza. 28.Re1 28.Rd1 Nc5 29.Kc2 Re2+. 28...Nc5 29.Rxe5 Bxe5 30.f4 Bf6 31.Ke1 Nxd3+ 32.Nxd3 Bxd3 A partir de ahora todo es sencillo. Los alfiles negros son dueños y señores del tablero y los peones blancos no son suficiente compensación porque ni restringen la actividad de los alfiles ni permiten generar contrajuego en condiciones. Cualquier jugador de categoría debería ganar esta posición por mucha máquina que tuviese enfrente, sobre todo si ve los dos siguientes movimientos de Houdini. 33.a4 Rc8! 34.a5 Rc2! Aquí ya podían haber desenchufado a Rykba. Mientras que el peón de a intenta infructuosamente coronar, irá perdiendo compañeros a la misma velocidad que un perro enfermo pierde pelo. 35.Bd2 Rxb2 Cayó el primero. 36.a6 Be4 No 36...Rxd2?? 37.Kxd2 Bxa1 38.Kxd3 y ganan las blancas. 37.Ra3 No vale 37.g3 Rxd2 38.Kxd2 Bxa1. 37...Bxg2 Otro fuera. 38.a7 Rb1+ 39.Ke2 Ba8 40.Be1 Intentar ayudar al peón a coronar es perder el tiempo. Por ejemplo: 40.Rd3 Ra1! 41.Be3 Rh1! 42.Rd8 Rxh2+ 43.Kd3 Rh8. 40...Bd4 41.Ra2 Rb3 41...Rb2+ probablemente también gana, aunque tras 42.Rxb2 Bxb2 43.Bf2 aún le quedaría bastante trabajo al negro. La textual, con idea de atacar al peón de f4 desde f3, es mucho más precisa. 42.Bg3 Ke6 Un humano jugaría aquí 42...Rb7, que es más que suficiente para ganar, pero el ordenador no necesita ser tan prosaico. 43.Kf1 Bc5 44.Ke2 Kd7 45.Kf1 Rb4 46.Ke1 Bd6 Bueno, en realidad sí es prosaico. Lo que ocurre es que no se conforma sólo con el peón de a7. 47.Kf2 Si 47.Rf2 Ra4. 47...Bxf4 Cayó el tercer peón. 48.h4 Bh6 49.Kf1 Rb1+ 50.Be1 e5 51.h5 f4 52.Rd2+ Kc7 53.Rc2+ Kb6 Finalmente Rybka se rinde a la evidencia, porque si 54.Ra2 entonces 54...e4 y este par de peones sí que es imparable. 0-1 [Comentarios parcialmente basados en notas de Monokroussos y Collins]