1.Qb1 Con idea de 2.Nh5+ Kxe4 3.Re3#. El negro puede defenderse de esta amenaza moviendo su torre de d4 y evacuando dicha casilla para el rey. Debemos descartar 1...Rxd3 (o 1...Nxd3) 2.Qxd3 Nxd3 (respectivamente 2...Rxd3) 3.Nxd3# y 1...Rxe4 2.Rf3+ gxf3 3.Qxe4#. Hay 6 casillas disponibles para la torre, y lo asombroso es que en cada caso la única jugada que permite el mate en 3 es mover la torre de d3 a la casilla contigua a la de la torre negra. Es como si ambas torres estuvieran unidas por una fuerza invencible: ¡el imán de Loshinsky! 1...Ra4 Examinemos cada una de las alternativas: a) 1...Rd7 2.Rd6! La idea es crear otra amenaza además de 3.Nh5# de modo que el negro no pueda defenderse simultáneamente de ambas; en este caso es 3.Rf6#, que es posible porque la torre en d7 impide el desplazamiento del alfil a f5. 2...Rxg3 3.Rf6#; b) 1...Rd6 2.Rd5! Ahora se amenaza 3.Bxe5#, pues la dama negra no controla e5 por la torre de d6. 2...Rxg3 3.Bxe5#; c) 1...Rd5 2.Rd4! Aquí la amenaza es 3.exd5#. 2...Rxg3 3.exd5#; d) 1...Rc4 A partir de este punto basta con la amenaza de Nh5, pues tras quitar la torre de d3 (para que la dama vigile el peón de e4) no vale 2...Nd3 3.Nxd3# ni 2...Rxg3 3.fxg3#. Para que este último mate funcione, eso sí, la torre blanca debe permanecer en la tercera fila protegiendo el peón de g3. Pero no vale cualquier casilla, ya que si por ejemplo 2.Rb3 entonces 2...Rc2! y el peón de e4 quedaría desprotegido tras el salto del caballo a h5. Por tanto la única posibilidad es bloquear la torre negra con 2.Rc3! Rxg3 3.fxg3#; e) 1...Rb4 2.Rb3! Nd3 3.Nxd3# es similar al caso anterior. 2.Ra3! Rxe4 3.Qxe4# 1-0