Tarrasch - Marco

Dresde 1892


1.e4 e5 2.Nf3 Nc6 3.Bb5 d6 La defensa Steinitz antigua de la española. Proporciona una posición sólida pero restringida a las negras. Fue la favorita del primer campeón mundial y sus sucesores Lasker y Capablanca también la usaron con cierta frecuencia. Tras la primera guerra mundial cayó en desuso, conforme se fueron desarrollando alternativas más dinámicas al tercer movimiento de las blancas. La variante diferida de la defensa 3...a6 4.Ba4 d6 proporciona algo más de desahogo al segundo jugador y es por tanto más popular. 4.d4 El blanco ocupa el centro de manera inmediata. Lo importante aquí es cómo se resuelve la tensión central. El intercambio de peones en e5 conduce a una estructura simétrica, lo que interesa al negro, en tanto que exd4 es una pequeña victoria para el blanco, que se queda con más espacio. El problema esencial de esta defensa es que si las blancas juegan correctamente las negras no tienen más remedio que capturar en d4, so pena de que les pase lo que a Marco en esta partida. 4...Bd7 Curándose en salud frente al avance 5.d5, que no preocupa especialmente al negro, ya que tras 5...Nce7 y el eventual cambio de alfiles podría intentar socavar el centro blanco con c7-c6. 5.Nc3 Nf6 6.O-O Be7 7.Re1 Aquí era posible jugar ya 7.Bxc6 Bxc6 8.Qd3, y ante la perspectiva de perder un peón el negro ha de resignarse a 8...exd4 9.Nxd4. Tarrasch, sin embargo, no se apresura y con esta insípida jugada tiende una astuta trampa a su rival, haciéndole creer que puede ser él quien engañe a Tarrasch. 7...O-O? Marco cae en la telaraña. Era obligado jugar 7...exd4 8.Nxd4 Nxd4 9.Bxd7+ Qxd7 10.Qxd4. La posición blanca es preferible, pero nada más. El movimiento de Marco lleva aparejada una celada, o eso es lo que él se imagina: si Tarrasch captura el peón acaba recibiendo mate (véanse los comentarios a la jugada 12). Lo cierto y verdad es que el peón está más que perdido. 8.Bxc6! Bxc6 La alternativa es 8...bxc6 9.dxe5 dxe5 10.Nxe5. 9.dxe5 dxe5 10.Qxd8! La prematura 10.Nxe5? Qxd1 11.Rxd1 Bxe4 saca de apuros al negro. 10...Raxd8 La variante 10...Rfxd8 se contesta con una continuación parecida a la de la partida. Si queréis mantener el suspense continuad con la variante principal y luego volvéis aquí. Y si os da igual: 11.Nxe5 Bxe4?! (lo menos malo es 11...Be8 y asumir la pérdida del consabido peón) 12.Nxe4 Nxe4 13.Nd3! f5 14.f3 Bc5+ 15.Kf1! (al contrario que en la partida, 15.Nxc5 Nxc5 16.Bf4 Na6 17.Re5 Rf8 no remata la faena) 15...Rf8 16.Ke2! y el negro pierde una pieza. 11.Nxe5 Bxe4?! Marco se obstina en apretarse la soga al cuello. 11...Bd7 renuncia al peón pero es objetivamente lo mejor. 11...Nxe4? 12.Nxc6 bxc6 13.Nxe4, por su parte, es un completo fiasco. 12.Nxe4 Nxe4 Seguramente Marco calculó hasta aquí y se vio a salvo, ya que 13.Rxe4?? Rd1+ es mate en la siguiente. Pero Tarrasch guarda un as en la manga. 13.Nd3! Taponando la columna d y poniendo en evidencia la desgraciada alineación de caballo y alfil. 13...f5 14.f3 Bc5+?! O tal vez Marco vio hasta aquí, pensando que el jaque resolvía la situación. Pero resulta que Tarrasch, además de un as, también esconde un comodín. Probablemente 14...Bh4 15.g3 Nxg3 16.hxg3 Bxg3 era preferible, aunque está claro que los dos peones no son compensación suficiente por la pieza. 15.Nxc5! Este simple cambio es decisivo, como veremos enseguida. Obviamente 15.Kh1? Nf2+ lo estropea todo y 15.Kf1? tampoco es suficiente, porque el negro dispone de 15...Bb6 16.fxe4 fxe4+ 17.Nf4 g5, recuperando la pieza. El blanco ni siquiera tiene el consuelo de ganar un peón: 18.Rxe4 gxf4 19.Ke2 (no vale la pena jugar 19.Bxf4 Rd2 ni 19.Rxf4 Rd1+ 20.Ke2 Rxf4 21.Kxd1 Rf2) 19...Rfe8 20.Rxe8+ Rxe8+. 15...Nxc5 16.Bg5! Os presento al comodín de Tarrasch. La partida se resuelve gracias la doble amenaza, desde e7, al caballo y a la torre de f8. 16...Rd5 Si 16...Rde8 17.Be7 y si 16...Rd7 17.Be7 Na4 18.Bxf8 Kxf8 19.Rad1. 17.Be7! El orden de los factores altera el producto: 17.c4? Rd7 18.Be7 Nd3 19.Rad1 Re8. 17...Re8 Puede que incluso, aunque no parece muy probable, Marco calculase hasta aquí en su jugada 7. Todo parece atado y bien atado; sin embargo: 18.c4! Al fin las cartas boca arriba. O se mueve la torre y el alfil captura el caballo, o se juega 18...Kf7 19.cxd5 Rxe7 20.Rac1 y se pierde una calidad. Las negras abandonaron. 1-0 [Comentarios parcialmente basados en notas de Palmer]