Estudio de A. Wotawa, Schach Magazin 1951

En el número 20 de la revista EG Friedrich Chlubna glosa la figura del Dr. Alois Wotawa (1896-1970), un distinguido compositor vienés que había fallecido pocos meses atrás. Como corresponde al caso Chlubna se deshace en parabienes, no solo sobre el artista, al que no duda en situar a la altura de Troitzky, Réti y Rinck, sino sobre el hombre: amable, dueño de un gran sentido del humor y modesto en grado sumo a despecho de una muy prestigiosa carrera como fiscal. Fue precisamente tanta modestia, nos desvela el autor de la reseña, lo que le privó de mayores laureles, ya que evitó participar en concursos y casi siempre publicaba en Deutsche Schachzeitung, revista cuya sección de finales dirigía un amigo suyo. Aun así, en atención a sus indiscutibles méritos, la FIDE le otorgó el título de maestro internacional de composición en 1966.

Todo eso está muy bien, pero hay algo que chirría, porque si nació en 1896 entonces parte de esa “prestigiosa carrera fiscal” se solapa con el periodo en que Austria fue abducida por el imperio nazi. La fiable base de datos de Harold van der Heijden aporta una información interesante: entre 1938 y 1944 sigue componiendo a buen ritmo y de súbito, los cuatro años siguientes, desaparece de la circulación. Lo segundo admite una explicación sencilla, ya que Deutsche Schachzeitung dejó de publicarse entre septiembre del 44 y diciembre del 50, pero si el Dr. Wotawa se entretenía publicando estudios en plena guerra no andaría muy atribulado, y si trabajaba como fiscal…

Supongo que veis por donde voy. Por curiosidad escribo en Google “Alois Wotawa Austria nazi” y fijaos lo que desentierro. En 1940 Wotawa fue nombrado presidente de un “tribunal especial”, del que formaban parte otros dos magistrados, cuyo cometido era velar por el cumplimiento de la Rundfunkgesetz, o “ley de radiodifusión”, en Viena. Esta ley castigaba duramente a todo el que osará escuchar las sediciosas radios extranjeras, sin descartar la pena capital cuando concurrían agravantes especialmente inicuos, como que andaran niños por la casa o no ser lo suficientemente “alemán”. A Wotawa y sus amigotes les dio tiempo a encausar a cuarenta infelices por tan aberrantes prácticas, a una media de dos años y medio de reclusión por barba, e incluso mandaron al patíbulo a un sacerdote. Tras el armisticio Wotawa fue juzgado, pero debía de conservar muy buenos amigos porque se le puso en libertad condicional en 1947 y un año después su caso fue sobreseído: la corte no encontró suficientes pruebas para argumentar la acusación, a pesar de que era el mismo Wotawa quien había confesado lo del cura.

Lo más espeluznante de todo es que es un alfil quien guarda las llaves de la mazmorra

Hay que ver qué mal cuerpo dejan las historias de nazis, anoche hasta tuve pesadillas; me está bien empleado por meter la nariz donde no me llaman. Pero aunque os tengáis que tapar la vuestra no os marchéis todavía, porque este doctor Jekyll de los tableros, por incomprensible que resulte, nos legó un puñado de estudios de una belleza resplandeciente. Sus composiciones no siguen ningún patrón definido, aunque le divertían las posiciones donde las piezas de un bando lidian con un peón adversario a punto de coronar, que sabía resolver con soluciones combinativas tan espectaculares como heterodoxas. Cuando elegí el estudio de hoy, uno de los primeros que publicó tras su temporada en el dique seco, no tenía ni remota idea del lado Hyde de Alois Wotawa, pero a la luz (mejor sería decir a la sombra) de lo que sabemos resulta tan oportuno que se te eriza el vello: una pieza blanca es encerrada en una celda e inmediatamente ajusticiada, y unos pocos movimientos más tarde su verdugo sufre un destino calcado. Lo más terrorífico de todo es que es un alfil quien guarda las llaves de la mazmorra; no es que los alfiles sean terroríficos en sí, pero, por si no lo habíais notado, la mitra es el símbolo que usamos para representarlos.

Su paisano Freud hubiera hecho maravillas con este material.

Estudio de A. Wotawa, Schach Magazin 1951

Más estudios memorables de Alois Wotawa:

Deutsche Schachzeitung 1937 (tablas, 1.Ah4), Deutsche Schachzeitung 1953 (tablas, 1.Tg4+) y Auf Spurensuche mit Schachfiguren – 150 Endspielstudien 1965 (ganan blancas).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *