Stein-Keres, Moscú 1967

Todos los que han escrito sobre el particular están de acuerdo: la carrera ajedrecística de Leonid Stein (1934-1973) fue genuinamente trágica. En la pléyade de estrellas soviéticas de los sesenta y los setenta era durísimo hacerse un hueco, y Stein despuntó más bien tarde (no fue gran maestro hasta los 27 años), así que es normal que al aficionado medio no le suene mucho su nombre. Sin embargo fue, por espacio de una década, un jugador de una fuerza formidable, capaz de imponerse en tres campeonatos soviéticos y dos supertorneos en Moscú (1967 y 1971) en los que participaron todos los campeones del mundo habidos y por haber. Un ajedrecista con score positivo frente a Tal, Spassky, Bronstein y Keres, e igualado con Smyslov, Petrosian y Botvinnik, y que se ganó dos veces el derecho a participar en las eliminatorias por el título mundial, aunque en ambas ocasiones fue excluido en virtud de una absurda regla de la FIDE que limitaba el número de participantes de la URSS. Ya clasificado para el Interzonal de Petrópolis y considerado uno de los principales favoritos a luchar por la corona de Fischer, sufrió un fulminante ataque cardiaco en un céntrico hotel de Moscú. Tenía tan solo 38 años.

Un destino trágico, no digo que no, aunque si damos pábulo a lo que Kevin Spraggett cuenta en su blog muchos mortales que yo me conozco lo firmarían con los ojos cerrados, en un cierto sentido al menos.

Spraggett, un experimentado maestro canadiense que llegó a clasificarse en una ocasión para el ciclo de Candidatos, sostiene que Nadya, una hija de Yuri Averbakh, se propuso (al parecer con éxito) celebrar su mayoría de edad completando un singular maratón: seducir a todo gran maestro soviético se le pusiera a tiro. Y aquel fatídico día en el hotel Rossiya de Moscú, fue a Leonid Stein a quién borró de la lista. Suena a argumento de película X más que a otra cosa, aunque Spraggett menciona fuentes “razonablemente fiables”. Que a la niña le hacían tilín los ajedrecistas fogueados se antoja más que probable, porque muchos años después se casó con ya septuagenario excampeón soviético Mark Taimanov (con el que, por cierto, tuvo un par de gemelas que se llevan 57 mareantes años con el primogénito del abuelete). Spraggett muestra en su blog una foto de los tortolitos, y a juzgar por el aspecto de la señora debió de ser una lolita de infarto, nunca mejor dicho. Total, que cuando uno juega con fuego corre el riesgo de acabar quemado; pero mejor quedarte tieso así que viendo vídeos de Mr. Trololo, ¿no creéis?

En fin, vamos a lo que vamos. El ajedrez de Leonid Stein sintoniza mucho mejor con la iconoclasia de Bronstein y Tal que con la ortodoxia de Botvinnik y Smyslov, aunque más que como un atacante nato deberíamos describirlo como un óptimo “gestor de riesgos”. Atacaba si juzgaba que era el momento oportuno de hacerlo (y podía ser extremadamente violento llegado el caso), pero no era de los que jugaban para la galería: si en el transcurso de una incierta melé táctica veía un modo de liquidar a un final ventajoso, no tenía el menor problema en plegar velas. Es sintomático que su partida favorita, disputada contra Keres en el torneo de Moscú de 1967, no contenga ningún sacrificio de material, aunque sí uno bastante insólito, ya que Stein renuncia a su mejor baza estratégica (un fantástico peón central pasado) a cambio de más gasolina para sus alfiles. Keres presiente el peligro, rechaza la oferta y procura mantener cerrado el juego. Pero aunque en un cierto momento, como comenta Gufeld con su gracejo habitual, la amenazadora infantería negra parece la mandíbula de un tiburón, no tardará en convertirse en un amasijo de dientes podridos, que Stein extirpará con la precisión de un cotizado dentista.

Stein-Keres, Moscú 1967

Más partidas memorables de Leonid Stein:

Stein-Hartoch (Amsterdam 1969), Stein-Furman (Moscú 1969) y Sigurjonsson-Stein (Reikiavik 1972).

2 comentarios sobre “Stein-Keres, Moscú 1967

  1. Alfonso Ansó Rojo Contestar

    Muy interesante. Sabía que Taimanov tuvo gemelos a los 78 años con su segunda mujer, la hija de Yuri Averbakh (que por cierto, el pasado día 8 de febrero cumplió 99 años: es el gran maestro vivo con más edad); pero no sabía que seducía a todo gran maestro que se le ponía a tiro, ni que supuestamente fue la causante del infarto de Stein. Le sugiero otra partida de Stein: su victoria sobre Bronstein en 1967; su rival sacrifica una pieza por tres peones con la esperanza de liberar su juego; David Bronstein hace gala de su famosa imaginación táctica, pero todo resulta insuficiente ante el implacable juego de Stein.
    https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1034407

    • Música y ajedrez de diez Autor del artículoContestar

      No conocía la partida que menciona. Efectivamente, Bronstein se tira a la piscina, pero más de uno se la habría comido con patatas; Stein ni parpadea.

      ¡Muchas gracias por su comentario!

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